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Cómo afecta la tasa de interés en la renta fija y, por lo tanto, en la rentabilidad de los multifondos.
Una idea recurrente apunta a pensar que las inversiones en activos de renta fija entregan retornos estables y sin grandes sobresaltos en el tiempo. Si bien la información empírica muestra que la volatilidad de las inversiones en renta fija es menor que la de otro tipo de fondos de inversiones, por ejemplo, accionarios (renta variable), es relevante tener claridad sobre los tipos de riesgos que enfrentan las inversiones en renta fija.
Un paso previo a la identificación de estos riesgos es definir claramente qué es lo que se entiende por este tipo de activos. Respecto a esto, y de forma general, los activos de renta fija son fondos que se invierten principalmente en pagarés, bonos y depósitos a plazo, cuyos emisores pueden ser entes estatales (Tesorería, Banco Central y otros), instituciones financieras o empresas no financieras.
Una de las características esenciales de estos activos es que el emisor se compromete, a cambio de un pago inicial, a entregar al inversionista un flujo de pagos en el tiempo, previamente conocido por el mercado. Además, el emisor puede ser local, lo que significa que los pagos estarán denominados en moneda local, o extranjero, en que los flujos estarán denominados en otra moneda.
Por este motivo, es posible concluir que este tipo de inversiones están expuestas a factores que pueden afectar su precio de mercado y, por consiguiente, el valor de la inversión:
El primero, y probablemente el más evidente, es el denominado riesgo de crédito, el cual se materializa una vez que el emisor incumple con sus compromisos. Cuando esto ocurre, el impacto sobre el valor de mercado de los bonos es negativo, caída que dependerá de la magnitud del incumplimiento de pagos y la posible renegociación con los acreedores. Dado lo anterior, previo a la decisión, los inversionistas exigirán a los emisores más riesgosos un retorno mayor.
Un segundo riesgo que enfrentan los activos de renta fija es el de moneda, el que está relacionado con el hecho de que un portafolio está expuesto a variaciones en los tipos de cambio entre la moneda relevante para el inversionista y la moneda denominada en el activo en que se invierte. Esto, por ejemplo, en fondos que invierten en activos extranjeros, lo que implica que la rentabilidad final dependerá, entre otras cosas, de las fluctuaciones en el mercado cambiario.
Finalmente, uno de los principales riesgos que enfrentan las inversiones en renta fija es el denominado riesgo de tasas de interés. Para entender esto, es importante saber que el precio de un activo de renta fija en un periodo de tiempo definido corresponde al valor resultante de descontar los pagos futuros comprometidos por el emisor a las tasas de interés relevantes en el mercado. Esto quiere decir que el precio de un bono no tiene un comportamiento definido desde su emisión a su vencimiento, sino que depende de las tasas de interés de mercado. Así, si dichas tasas se reducen, el precio del bono aumenta y por consiguiente el valor de mis inversiones en dichos activos.
En los últimos meses se han observado alzas en las tasas de interés en el mercado global, donde los fondos de renta fija han ido incorporando las pérdidas de capital, especialmente en renta fija nacional durante 2021. Por este motivo, aun cuando estas inversiones son conocidas por ser más seguras, también pueden verse impactadas por el contexto económico.
