Ahorro e inversión

Dos conceptos económicos fundamentales, que si bien son distintos, ambos son complementarios.

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¿Cuál es la diferencia entre ahorro e inversión?

Típicamente se confunden dos conceptos económicos fundamentales: el ahorro y la inversión. Y si bien son distintos, ambos son complementarios. De hecho, no hay inversión sin ahorro.

Desde el punto de vista más sencillo, el ahorro a nivel familiar es la diferencia entre el ingreso y el consumo, lo que significa gastar menos de lo que se genera como ingreso para disponer de ese excedente en el futuro. Sin embargo, es importante destacar que el concepto de ahorro va más allá de la porción del ingreso que se reserva, ya que esto también implica la acumulación de riqueza.

Por su parte, la inversión es la utilización del ahorro para que en el futuro nos aporte un ingreso adicional, retorno que se recibe cuando arriesgamos nuestro dinero.

Así, podemos decir que el ahorro es la fuente de financiamiento de la inversión, ya sea de forma directa (si utilizamos ese ahorro directamente para realizar inversiones) o indirecta (a través del mercado de capitales, donde otro agente utilizará esos recursos para invertir).

¡Un ejemplo práctico!

Si una persona cuenta con 10.000 pesos para ahorrar, tiene en el fondo, dos opciones:

Dejar el dinero (en efectivo o cuenta bancaria) hasta el mes siguiente, o:

Invertir ese ahorro en algún instrumento financiero, según el riesgo y las ganancias que desea obtener.

¿Qué elementos influyen en el ahorro de las personas?

Son varios los factores que determinan el ahorro en los agentes económicos (hogares, empresas, gobierno), pero en general se destacan los siguientes:

Ciertamente un mayor nivel de ingresos facilita la capacidad de ahorro potencial de los hogares.

El mantener un esquema en el consumo de bienes y servicios favorece la capacidad de ahorro de las familias

El aumento en el nivel de precios impacta negativamente con mayores gastos y disminuyendo la capacidad de ahorro.

Se entiende la tasa de interés como el premio o ganancia obtenido por invertir el ahorro en el mercado de capitales. Por lo tanto, si existen mayores tasas de interés, existen incentivos para ahorrar con tal de obtener las potenciales ganancias.

El ahorro nacional se define como la parte del ingreso disponible que no se gasta en bienes y servicios de consumo final. Esta se deriva de la sumatoria de los excedentes de ahorro de los distintos agentes económicos: hogares, gobierno y empresas (financieras y no financieras) e implica que, el ahorro total que realiza un país es clave para poder financiar las nuevas inversiones que se quieran realizar, lo que, a su vez, tendrá un impacto positivo en el crecimiento económico y en el bienestar de la población. En este sentido, la evidencia empírica muestra que los países desarrollados tienen en general tasas de ahorro mayores a las de países de menor desarrollo.